Ser mujer en el Perú
Lucero Velarde Russo | Terapeuta en egresada Promoción 38
“La feminidad se pude ejercer de distintas formas, que no existe una sola forma correcta de hacerlo”.
Creo que todos estaremos de acuerdo, en que definir el significado de ser mujer no es tarea sencilla, como tampoco lo es serlo. Por ello, es necesario comenzar señalando que ser mujer para cada una es una experiencia distinta, ninguna será igual a la otra, las vivencias son únicas. No obstante, hay situaciones en común que cada una transita a lo largo de su desarrollo. En la actualidad, la mujer ha alcanzado mayor libertad, a diferencia de hace setenta años donde era casi impensable poder desempeñarse en roles fuera del hogar. Por décadas, la unión de mujer igual madre era incuestionable. En el país aún hay grupos y movimientos sociales que señalan y esperan que esta sea la única forma de vivir la feminidad. Sin embargo, a su vez hay muchas mujeres que han comenzado a salir de casa, buscan educación constante, integrarse al mundo laboral, tener la opción de decidir cuándo convertirse en madres. Esta dualidad produce conflictos y divide a la comunidad femenina, lo cual es una desventaja, ya que actualmente la sociedad se encuentra cargada de violencia hacia la mujer. Lastimosamente esto también es responsabilidad femenina, ya que desde nuestro rol perpetuamos lo patriarcal. Hace más de 40 años Simone de Beauvoir (1974) señaló que la mujer demanda y detesta su condición femenina, generando ambigüedad frente a su condición de mujer. Hoy en día, esta idea se mantiene vigente.
En ambas configuraciones explicadas anteriormente falta la posibilidad de integrar que la feminidad se pude ejercer de distintas formas, que no existe una sola forma correcta de hacerlo. Desde los feminismos más modernos, especialmente desde la tercera ola, se busca aceptar las diversas formas que existen para que una mujer pueda desarrollarse y alcanzar su potencial creativo, sin descalificar la maternidad o colocar como única fuente de liberación el poder laboral. Lo ideal sería aceptar que lo tradicional y lo moderno pueden coexistir a pesar de que como sociedad nos cueste aceptar que la diversidad es parte de nosotros.
Muchas memorias locales han quedado registradas en grabados y dibujos, retablos o tablas de Sarhua. Ellos nos muestran de modo explícito escenas de torturas, violencia y mutilación realizadas tanto por los senderistas como por miembros de las fuerzas armadas.
Quiero empezar comentando que hace poco se ha dado un decreto-ley que obliga a seguros y prestadoras de salud a dar cobertura a toda la gama de trastornos mentales contemplados en el CIE 10. Este detalle refleja la preocupación de las autoridades de salud en dar atención a problemas emocionales y mentales que se van incrementando y no encuentran posibilidades de atención, pese a haberse extendido la cobertura desde el gobierno. De hecho, la OMS ya hace unos años había pronosticado que los problemas mentales constituirían la segunda causa de discapacidad, detrás de los problemas cardiovasculares. El gran tema a comprender es que la salud mental es algo más que ausencia de trastornos mentales. El equilibrio, el bienestar y los hábitos saludables son un objetivo que amplía de manera importante la razón para aportar soluciones no solo cuando un problema ha adquirido proporciones de afectación severa.
Arribado ya a mi último cuarto de vida, creo poder compartir algunas reflexiones útiles para quienes están comenzando el camino, sea en cuanto a dedicarse al ejercicio de la psicoterapia, cualquiera que sea su modalidad o, incluso, simplemente para aquellos que tendrán que lidiar con la vida misma y sus vicisitudes.
En los niños se muestra de manera rotunda nuestra esencial vulnerabilidad; porque para vivir, desarrollarnos, para ser, dependemos durante años del cuidado de otros, de su sensibilidad para percibir nuestras necesidades, reconocer nuestras demandas e impulsar nuestros sueños.
Recuerdo a un compañero de secundaria que tenía la habilidad, (en realidad el talento), de crear caricaturas. Nosotros, sus compañeros de aula, lo rodeábamos expectantes, mientras él, lápiz en mano con trazos ágiles y seguros, convertía a nuestros profesores y compañeros en personajes de creaciones e historias divertidas: lo admirábamos, lo celebrábamos, sintiendo también la ansiedad de convertirnos en sus modelos elegidos.
La pandemia nos ha cambiado la vida y también nuestro quehacer profesional. No queda más que hacer gala de creatividad. Eso de lo que tanto hablaba Winnicott. Vivimos reinventándonos en esta situación extraordinaria, tratando de establecer puentes que sostengan nuestra existencia en esta lucha diaria para sobrevivir.
En abril se conmemora un aniversario más del nacimiento del Dr. Donald Winnicott, pediatra y psicoanalista, autor fundamental en la construcción del pensamiento psicoanalítico. En su honor se denominó al Departamento de niños y adolescentes del CPPL, creado en octubre del 2020.