Mg. Liliana Granel: Psicoanalista. Directora de formación académica del CPPL. Docente y Presidenta del CPPL. Coordinadora de la cátedra de Metapsicología.
El 18, 19 y 20 de julio tuvo lugar, en la ciudad de Lima, el XXI Congreso Internacional del CPPL, titulado: “Tensión y Conflicto: psicoanálisis en tiempos de polarización”, organizado de manera impecable, con esmero y dedicación por la Promoción 39, de la mano de su Tutora la Mg. Daphne Gusieff.
Un evento donde el encuentro con amigos y colegas fue muy emotivo, lleno de alegría y, al mismo tiempo, con un espíritu de compartir ideas teórico-clínicas en debates y diálogos alturados, enriqueciendo así el pensamiento psicoanalítico.
Desde Colombia, arribó a Lima el Dr. Fernando Orduz para compartir sus elaboraciones “Sobre violencias y otros demonios”, comentó su ponencia el Dr. Luis Herrera, cuyas ideas avivaron, aún más, la riqueza clínica con un diálogo genuino y profundidad teórica. A su vez, ambos, nos deleitaron con un dueto cantando a viva voz un bolero. Por supuesto, los aplausos no se hicieron esperar y la emoción nos embargó a todos los presentes.
El argentino Dr. Ricardo Rey, también estuvo presente, y nos hizo pensar en los “Objetos enigmáticos y los objetos enloquecedores”; con su experiencia en los conceptos bionianos y sus propias elaboraciones sobre las ideas del Dr. García Badaracco, nos animó a seguir apasionados por el psicoanálisis con una mirada actual a las problemáticas sociales y las que enfrentamos en el consultorio.
Los expositores nacionales fueron de alto nivel, con interesantes y enriquecedoras propuestas y perspectivas, con una invitación a seguir cuestionándonos para mantener un psicoanálisis en continua apertura.
También, tuvimos figuras internacionales que nos acompañaron desde la virtualidad: Dra. Hilda Catz, Dra. Susana Rasinsky, Dr. Mariano Horenstein, Dra. Suely Duék, y la Dra. Mariela Cerioni, con ponencias que nos invitaron a pensar más, escuchar más, a sentir más, dentro y fuera de la relación analítica, para recorrer el camino en una permanente interrogación, el camino de lo narrado por los pacientes, en ese espacio de singularidad que es el Psicoanálisis. Narración también de nosotros, sujetos que estamos inmersos en un contexto de amores-odios, paz-guerra, ilusión-desilusión, esperanza-desesperanza en nuestra época. Y que tratamos, con nuestra comprensión, de dar sentido a nuestro trabajo y a la vida.
Pienso que fue un Congreso donde exploramos los demonios, fantasmas, anhelos, lo impredecible de la vida, los misterios de nuestra existencia tanto dentro como fuera del consultorio. Recorrimos, una vez más, el asombroso laberinto de la mente, lo que cotidianamente hacemos en nuestro trabajo como psicoanalistas, donde el sentir, el experimentar mediante la escucha, abre caminos a un interior muchas veces invisible.
Este Congreso XXI de nuestra querida Institución es muestra de un psicoanálisis que si bien hereda una tradición también propone transformaciones para afrontar los nuevos desafíos teórico-clínicos, para lo cual necesitamos sostener, como lo hicimos en el Congreso, fecundos intercambios que nos permitan seguir cuestionándonos, interrogándonos, y discutiendo sobre lo enigmático y lo ominoso de la vida.
Me gustaría cerrar este texto con dos frases:
“Cuando una cosa no ha sido entendida, inevitablemente reaparece, como un inquieto fantasma que no logra el descanso hasta que el misterio haya sido resuelto y el hechizo quebrado” S. Freud
“La profesión de psicoanalista, para aquellos que se sienten inspirados, es una continua confrontación con lo ignoto, con lo no familiar que cae como una sombra inesperada sobre el espacio familiar de todos los días” S. Resnik
Muchas gracias a todos los participantes por haber sido parte del XXI Congreso Internacional y por ser parte del CPPL.